Construido por empresas españolas en aguas que España reclama bajo su soberanía, las obras del complejo de lujo siguen adelante con una «financiación de alto riesgo» y bajo graves interrogantes ambientales, entre tímidos esfuerzos diplomáticos para frenarlo y firmes protestas ecologistas.
El Eastside Project, un megaproyecto urbanístico de lujo en Gibraltar, está generando controversia por desarrollarse en aguas reclamadas por España, aunque cuenta con participación de empresas españolas en su construcción. El proyecto, que incluye hotel, viviendas, zona comercial y puerto deportivo, ha acumulado denuncias ecologistas ante la UE, la Fiscalía española y diversos organismos gubernamentales.
La participación española en el proyecto es significativa, destacando la presencia de dos empresas clave: Rover Alcisa como constructora principal y Sergeyco, cuya filial en Gibraltar lidera los trabajos preliminares. Además, diariamente cruzan la Verja camiones cargados con piedras provenientes de una cantera en Casares, Málaga.
TNG Global Foundation, una multinacional vietnamita, adquirió los derechos del proyecto en 2020, marcando un punto de inflexión tras años de paralización. TNG Holdings Vietnam, el conglomerado matriz fundado en 1996, tiene experiencia en desarrollos urbanos en Vietnam, habiendo construido cinco complejos con 10,000 apartamentos en ciudades como Hanoi y Ho Chi Minh.
Para financiar el proyecto, que ya ha requerido una inversión inicial de 90 millones de libras, TNG Realty ha emitido bonos senior por 6.5 millones de libras con un interés del 10.5% anual. Estos bonos presentan características significativas de alto riesgo:
– No están diseñados para cotizar en mercados secundarios, limitando severamente su liquidez y dificultando una potencial recuperación de la inversión.
– Los riesgos incluyen posibles cambios en legislación ambiental que podrían encarecer el proyecto.
– El éxito depende casi exclusivamente de TNG Realty, aumentando el riesgo en caso de problemas financieros.
– La empresa admite explícitamente que los inversores podrían enfrentar pérdidas potenciales.
El proyecto incluirá 1,300 unidades residenciales, 100 viviendas asequibles, 500 plazas de aparcamiento, un puerto deportivo para megayates y una torre de 25 plantas. TNG también se compromete a eliminar una escombrera histórica de 25 años en la zona.
A pesar de las protestas ecologistas y las tensiones diplomáticas entre España y Gibraltar, las obras continúan avanzando. El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha señalado que las obras vulneran tanto la normativa española como la europea, mientras que Gibraltar insiste en que se realizan en aguas bajo su soberanía.