Anclas y bayonetas

La Historia Naval de España es una de las más ricas que se pueden encontrar en el mundo y, sin embargo, muchas veces resulta algo desconocida para el público general, ignorando en gran parte las hazañas e hitos que se alcanzaron a lo largo del tiempo. Si bien es evidente que cada vez hay mayor demanda de obras sobre los Tercios españoles de los siglos XVI y XVII, siendo en las últimas décadas objeto de gran interés e incluso fascinación, también lo es que su rama marítima, los Tercios del Mar, han sido los grandes olvidados.

La Infantería de Marina española es considerada la primera y más antigua del mundo, datando su creación de 1537 en el contexto del Imperio Hispánico y la defensa del Mediterráneo frente al Imperio Otomano, siendo además pionera en las tan complejas operaciones anfibias. Precisamente, la primera doctrina anfibia y de fuerza expedicionaria y de desembarco era española. De hecho, es uno de los cuerpos más antiguos del mundo.

Sin embargo, fue en el gran desconocido siglo XVIII cuando los infantes de Marina españoles labraron las que fueron las acciones más gloriosas y heroicas de su historia: las conquistas de Cerdeña y Sicilia, el desembarco de Orán y Mazalquivir, la defensa de Cartagena de Indias y de La Habana, el socorro de Tolón e incluso el arriesgado golpe de mano en las highlands de Escocia o la desconocida entrada toma de Toulouse. Durante este siglo, brillaron tanto las anclas y bayonetas de la Real Armada que recibieron el título de “Real y Glorioso Cuerpo” o sus tan preciadas sardinetas.

Es difícil encontrar en un único cuerpo militar en la brevedad de apenas un siglo a figuras tan importantes como Juan José Navarro, Blas de Lezo, Luis Vicente de Velasco, Federico Gravina, Juan Moreno de Mondragón, José de Mazarredo, Francisco de Riquelme, Santiago de Liniers o Cayetano Valdés. Sin olvidar a infantes como Martín Álvarez Galán y sus denodados esfuerzos por defender el pabellón real en el navío San Nicolás de Bari o a Ana María de Soto, la primera sargento 1º de Infantería de Marina de la Historia.

Además, los Batallones y Brigadas de Marinas acogieron a un sinfín de técnicos y científicos, como fueron José de Vicaría, José Blanco Tizón, Francisco Javier Rovira o Cosme Damián de Churruca, considerados los padres de la Artillería Naval española. Por desconocido que parezca, los artilleros de Marina españoles estaban considerados los mejores de su tiempo, por delante de ingleses y franceses, gracias a sus conocimientos matemáticos. De hecho, ganaron frecuentemente certámenes de álgebra, cálculo avanzado y trigonometría.

Así, el libro hace un exhaustivo estudio y análisis de la historia de la Infantería y Artillería de Marina española, su organización, adiestramiento, uniformes y banderas, para terminar abordando en su tercio final las operaciones anfibias, las acciones terrestres y las defensas heroicas en las que participaron los miembros de la Real Armada.

Todo ello se aborda desde un punto de vista preciso pero adaptado a quien quiere sentar plaza como infante o artillero de Marina y vivir las que fueron las páginas más gloriosas de nuestra Historia, y por lo que fueron llamados: “Valientes por tierra y por mar”.