
La ASOCIACIÓN CULTURAL HÉROES DE CAVITE con representaciones en diversos países de Hispanoamérica y EE.UU., Filipinas y España quiere manifestar públicamente y hacer llegar a la opinión pública internacional su parecer ante las insistentes exigencias de dicho presidente para que el pueblo español o sus actuales representantes políticos del siglo XXI formulen públicas disculpas por los acontecimientos históricos producidos durante el periodo de presencia española de los siglos XVI a XIX en aquel admirable país durante más de trescientos años (1517-1821) y que entendemos merecen la pronta respuesta de los grupos sociales y culturales hispanoamericanos que sean conscientes y bienintencionados.
En primer lugar, es necesario llamar la atención para que nadie se llame a engaño con las manifestaciones de la presidente pues es cada vez más notorio y obvio que tal exigencia disculpatoria de su Excelentísima Señora Presidente obedece única y exclusivamente al fin político de distraer la atención de los ciudadanos mexicanos para posiblemente evadirlos de los problemas reales. A nadie se le escapa que gobernantes más honrados intelectualmente y rigurosos con su exigente función pública dedican sus únicos esfuerzos a resolver problemas reales e inmediatos en vez de recurrir al victimismo artificial, fingido y a la permanente imputación de culpas a sus antepasados hispanoamericanos por hechos que, por un lado, o no sucedieron o son totalmente distorsionados, ocultando a la vez los capítulos más oscuros de los pueblos originarios que parece que a algunos políticos no les interesa mucho conocer. Este hábito político de distracción, además de ser inútil para la prosperidad de los pueblos, ofende a la verdad histórica puesto que algunos políticos o bien están indocumentados o, en el mejor de los casos, ni siquiera han manifestado interés en conocer la verdad histórica en sus debidos y sobradamente documentados términos. El extraordinario fondo documental del pasado que tenemos, los testimonios de los testigos y protagonistas que lo vivieron, las fuentes directas y primarias de la Historia que como ciencia existen a disposición de todos son instrumentos irrefutables que nos acercan a la realidad de los hechos del pasado y que parece que la Excelentísima Presidente de México quiere desconocer. Tampoco parece que muestre interés por los trabajos de gran rigor llevados a cabo por tantos académicos, e investigadores rigurosos entre los que se encuentran muchísimos mexicanos de prestigio indudable y que pueden servirle de acicate para cambiar las opiniones tergiversadas o para abandonar su discurso político que con tanta constancia expresa reiteradamente y sólo valen para atentar contra la memoria de sus propios pasados hispanoamericanos.
Por lo tanto, denunciamos el maniqueísmo político que se hace de la Historia sin tampoco ignorar que probablemente también existan los propósitos ocultos e inconfesables de que tanta instancia se deba a la obediencia que le exigen para degradar y denigrar lo hispano en vez de asumir el liderazgo que como país más poblado de la Hispanidad estaría llamado a ejercer.
Por actitudes como las expuestas que exhiben al respecto algunos gobiernos y dirigentes queremos salir al paso manifestando que no queremos ser espectadores contemplativos de la ignominia de la propaganda negrolegendaria, sino que por el contrario queremos ser impulsores de un futuro hispánico unido y mejor. Por todo ello
MANIFESTAMOS
1) La hispanidad es un colectivo que aglutina a más de seiscientos cincuenta millones de personas en todo el globo terráqueo, ciudadanos muy diversos pero unidos por una lengua, historia y cultura común. Con un pasado común, pero sobre todo por lo que al caso compete con un gran potencial de futuro.
2) La hispanidad, por su dimensión, la variedad de etnias, culturas y territorios conforma desde hace muchos siglos una comunidad inclusiva y diversa.
3) El mestizaje es un sello singular de identidad de nuestro pasado común hispano y sin embargo, pese a la diversidad constatada que convive durante siglos, se alientan actos inútiles de desprestigio, intolerancia e incomprensión contra los precedentes civilizatorios e integradores de nuestros antepasados. Rechazamos las declaraciones públicas tan desafortunadas y los actos perfectamente organizados que no tienen parangón en ninguna otra comunidad de semejantes cohesionados por el mismo idioma, la cultura o los intereses políticos o económicos.
4) El pasado hispánico aglutinó y construyó la unión sobre la base de las diferencias. Los esfuerzos denodados por destruir y derribar la labor civilizadora de los antepasados de los pueblos hispanos, obra construida por la implicación generosa de personas de muchas razas y condición, nos hace más débiles, destruye cimientos sociales necesarios para el futuro y contribuye a un mayor empobrecimiento material y espiritual de los pueblos que habían estado hermanados por su relación al ser hispánico.
5) Sustituir lo inclusivo por lo excluyente no es el camino. Crear conflictos y deshacer vínculos entre comunidades que estuvieron hermanadas tampoco. La destrucción de los lazos entre pueblos hispanos, su lengua y su cultura, o extranjerizando el legado hispano en países de notoria mayoría de raíz hispana con el perverso e indisimulado propósito de alcanzar fines políticos o estratégicos orientados al enfrentamiento entre países y/o comunidades del mismo tronco cultural es un suicidio colectivo y, lo que es peor, hipoteca nuestro futuro.
6) Deseamos y esperamos que los que tienen el cometido de ser líderes políticos, sociales, sindicales, así como promotores del pensamiento o la libre opinión estén a la altura del futuro que nos merecemos. Queremos trabajar en el futuro de unidad que está por venir y demandar a los líderes que hablan y piensan en español que se atrevan con el reto. Les pedimos que pongan su máximo afán y empeño en reconstruir en vez de desunir. En crear en vez de destruir. En comprender en vez de maldecir. En tolerar en vez de dividir. Recurran como referente a los buenos y múltiples ejemplos de nuestros antepasados y trabajen con ahínco para facilitar a nuestros descendientes el lugar que nos corresponde en el mundo.
En resumidas cuentas, lo que demandamos a los representantes políticos es que, por favor, piensen en grande y no nos hagan más pequeños.
Dirigimos este manifiesto a todos los ciudadanos de Hispanoamérica y a todos cuantos tienen afinidad con nuestra comunidad por razón de nacionalidad, residencia, empatía, cultura, idioma o incluso simple afinidad. Que se despierten todas las conciencias hispánicas para asumir un reto de esta magnitud. Apelamos también a todos los que asumen responsabilidades o motivaciones diversas para hacer de los pueblos que hablan en español un futuro mejor. Un futuro de hermanos y en unión que es lo que necesitamos y nos merecemos.
Muchas gracias
En Cartagena (España), para la comunidad hispanoamericana
ASOCIACIÓN HÉROES DE CAVITE











