
El limbo aduanero de Gibraltar: el juego de la gallina
Gibraltar permanece en un limbo aduanero tras el Brexit. Aunque debería someterse al Código de Fronteras Schengen como territorio de un tercer estado, los controles siguen siendo laxos, los pasaportes no se sellan y el aeropuerto de Málaga funciona como pista auxiliar. Esta situación beneficia únicamente al Peñón, que mantiene su atractivo como paraíso fiscal mientras alarga las negociaciones sin plazos definidos. España y la UE necesitan establecer una fecha límite para forzar un acuerdo que normalice la situación fronteriza, o seguirán cediendo ante el chantaje gibraltareño.